Friday, May 29, 2009

Delete - restart

Nueva ciudad, y es como nacer de nuevo. Mejor dicho, como despertar amnésica una mañana cualquiera.
Hay que reaprender todo, TODO. Soy una ignorante de las costumbres, los lugares, los modos.
Y me siento en desventaja.
En Buenos Aires, ya me sabía las cosas. Dónde convenía comprar tal o cual producto, dónde depilarse, a qué ginecólogo ir, qué barrios evitar. Un bagaje de experiencia acumulada en 28 años.

Que valioso! Cuán poco valorado!
Y ahora, ¿Qué hago con todo esta información? Acá no me sirve

Con apenas un mes de vida, recién me reconozco en el ámbito de mi casa.
Mirando para atrás, voy reconociendo mi proceso de adaptación. Primero no salía de mi casa, apenas para ir al shopping, que queda enfrente y estoquearme en el supermercado. Ver la cartelera de cine, pero no ir. No tenía necesidad de salir, no me quieran sacar. Pero, rodeada de mugre. No limpiaba ni siquiera. No podía. Horas y horas de televisión e internet. Qué mal invento. Y estoy comiendo. Todo.
Ahora avanzamos. Doy vuelta la casa en una hora y media. Encero a mano. Miro a Maru Botana religiosamente y cocino todo lo que puedo. Pienso en el menú. Pienso en la decoración. Por fin colgué fotos de la casa. Salgo un poco más allá del shopping, voy a spinning. Me conseguí ortodoncista nueva. 
Sigo en desventaja igual. A veces abro la boca, y aparte de imaginarme que están pensando en lo retro de mi carpintería metálica, sé que mi acento me delata. Mi interlocutor sabe que no soy del palo. Que no pertenezco. Cuándo seré una más?
Falta recorrer un poco más la ciudad. Falta conseguir trabajo. Pero para conseguirlo hay que salir a buscarlo, no? 
Otro tema.

1 comment:

Cande Olivera said...

Cuanto me alegra que vuelvas a escribir Gorda.....