Montreal - Eastern Canada

Montreal me descoloca. Me siento desorientada. Hay mucho para ver, muy distribuido y se hace notar el cansancio del viaje. Helado mediante recapitulamos y nos organizamos un poco.
Con mucho calor partimos a Old Montreal que es mas grande y urbanizado que Quebec. No nos seduce. Arde de gente, espectaculos callejeros y puestos ambulantes. No se puede caminar.
Hacemos el check-in y una buena. Por el mismo precio de un cuarto de a 10 nos dan uno para nosotros solos. Celebramos cocinando fideos en el hotel y charlando con otros viajeros.
Despues partimos al Jazz Festival. De jazz, nada. Escuchamos Tango, Rock, electronica y clasica. Mas espectaculos callejeros y a la cama. Porque uno no hace estos programas en Buenos Aires?
Al dia siguiente partimos al Jardin Botanico, que incluye muchos jardines de diferentes nacionalidades. Nos transportamos de pais en pais. Un museo de mariposas mas tarde y muertos de cansancio por el calor partimos a la desierta Little Italy para un almuerzo tardio.
Siesta en el hotel y caminata y escaleras hacia Mont Royal. Un cerro desde donde se aprecia toda la ciudad. Muy lindo. Aprovechamos para ver el atardecer y nos topamos con un argentino viviendo alla. Mucha charla y consejos de donde ir y el eterno tema con los argentinos:
"En serio se vuelven?"
Y si, la Argentina de Kristina desgana. Pero hay tanto ahi que es nuestro.
Volvemos caminando despacito. Es re tarde ya. Paramos a tomar algo en un bar, al que al rato llega la policia. Un sesenton pelilargo, largirucho y con cara de simpatico se sento, comio y chupo por 50 dolares y ahora dice que no puede pagar. Despues de un rato zafa. La moza rezonga. Rafa taladra con las preguntas.
El dia siguiente empieza temprano. Vamos a aprovechar las bicis que dan gratis en la estacion de subte (cuanto desarrollo!!) Partimos a la Isla de Montreal e Isla Sta. Helena cruzando un puente eterno. Muy parecido a San Francisco. Recorremos el Biodome por afuera, donde una exposicion de fotos del Polo Norte nos deslumbra, seguimos y nos encontramos con castores por todos lados. Llegamos a la pista de Formula 1. Rafa la hizo toda al ritmo de "rrrrrmmmmmmrrrrrmmm", varios kilometros. De ahi vuelta a la ciudad por la Costa. Terminamos en old Montreal. Es lunes y tiene otro encanto. Hacemos picnic y helado y partimos al City Hall donde seguimos aprendiendo de historia canadiense.
De ahi en la bici a la Universidad y otros barrios. Muy pintorescos, viejos y mas nuevos. Para ahorrar espacio hacen las escaleras por afuera. Muy empinadas y tortuosas, les parecieron una gran idea hasta que llego el invierno y mas de uno se pego una patinada peligrosa. El hielo no perdona. Financial District, Quartier Latin y mas, mas, mas.
Paseando vemos un restaurante muy lindo en el que nos gustaria comer. Sentado en mesa preferencial en el patio vemos al mismo viejo de la noche anterior dandose una panzada de carpaccio con un vinito. Ya sabemos que no va a pagar. Ningun gil, eh?
Terminamos el dia en una charcuteria hebraica que nos sugirio el argentino. Carne ahumada que cortarias con una pajita si quisieras. Panzada. Laburan a todo pulmon y el recambio es constante, todo por dos mangos.
Asi nos despedimos de Montreal. Rafa, encantado. A mi me parece que es una ciudad en la que hay que vivir un tiempo para realmente conocer. Me quedo con ganas de mas.