Recorrido dental

Con este post inauguro un nuevo, pero humilde espacio que voy a llamar "Concubinando de onda". En estas lineas me voy a abocar a los sinsabores y delicias de la vida de a dos, dentro de un marco que sabemos no fue el predeterminado por mi upbringing y quizas no hubiera elegido de ser otras las circunstancias. Pero aqui estamos, este es el camino que recorremos. Esta es la eleccion hoy. Y me encanta.

Mi concubino posee un cepillo de dientes de pajero. Es decir, un cepillo tipo Oral B, que gira solo y anda a pilas. Es de pajero porque mientras te lavas los dientes no haces nada. Solo te lo apoyas en el diente y el cepillo hace todo el trabajo. Casi no hace espuma. O quizas el concubino no le ponga mucha pasta; pero no creo porque su pasta de dientes se acaba siempre antes que la mia.
El concubino se aburre. No tiene nada que hacer. El cepillo anda solo y no tiene que lidiar con rios de espuma dental que le manchan la ropa o el pelo recien lavado. Eso solo me pasa a mi.
Entonces recorre la casa. Primero se mira al espejo unos dos minutos. Despues viene al cuarto, se para en la puerta, me mira, mira el ropero, a veces trata de decir algo que no entiendo sobre el ruido molesto del aparatito, y despues va hacia el living, se para adelante de la biblioteca, pasa por la cocina, abre la heladera, vuelve al bano. Termina el tramite
Todas las noches y mananas, indefectiblemente. No se que busca. No se si esta controlando que todas sus posesiones esten en orden o si esta estirando las piernas. Pero no falla.
Si alguna vez tenemos una casa mas grande, hara lo mismo? Cuantos minutos le llevara?
Si tenemos hijos, ira de cuarto en cuarto? Mas importante aun, si tenemos hijos, heredaran esta necesidad de pasear al lavarse los dientes?